Sacrificios.

Bueno creo que inaugurare esta sección. Espero y les guste. u u



- Es lo mejor.

Fue el murmuro que escapo de sus labios, en dirección al viento y al vació, centrando su mirada en el oscuro vació que reinaba la noche. En sus ojos lo único que se presentaba era la profunda tristeza que embriagaba su corazón, claro, quien no lo estaría si estuviera al borde de decir adiós a la única persona en el mundo que el llego a apreciar.
A amar.
Volteándose completamente poso su diestra en la fría puerta de su auto, para poder abrirlo y entrar, posteriormente cerrando con un duro portazo. Mirando por ultima vez el paisaje que lograba apreciarse desde el mirador de la ciudad, dio un largo suspiro antes de comenzar a manejar en dirección a la casa de ella.
La que había logrado capturar su antes frió corazón.
Vagando en sus propios recuerdos, pensó en como la había conocido y en lo hermosa que se había visto en aquellos días.


Ella estaba corriendo, claramente atrasada en dirección a algún lado que el siempre desconoció, y el como siempre estaba ocupado sentado en uno de sus café favoritos, haciendo pasar el rato evitando a toda costa acercarse al infierno que otras personas adoraban, la universidad.
Sin poder evitarlo se hallo mirándola completamente embobado, su cabello negro caía hasta su cintura en cascada, junto con unos hermosos ojos verdes en los que realmente deseo perderse en ellos. Vestida con una minifalda y una blusa de tirantes, tenia un cuerpo que realmente hizo que su mandíbula se abriera.
Pero en medio de toda su ensoñación, ella callo en el cemento.

- Oh dios mío.

Susurro el antes de ponerse de pie en dirección a la chica, ayudándola a pararse, y notando como en su rodilla se había formado un corte logrando que la sangre escurriera por su extremidad.

- ¿Estas bien?

Con un sollozo reprimido, se apoyo contra el, mirándole fijamente a los ojos.

- No, voy a llegar tarde a clases.

Tardándose un buen par de segundos en responder, completamente perdido en la mirada de la mujer, le sonrió a medio labio.

- No te preocupes por eso, yo te llevo.

Y entonces, ella le sonrío.


Antes de lo que hubiera deseado se encontraba mirando aquel letrero de bienvenida que el mismo le había regalado meses atrás, recordaba a la perfección el rostro de felicidad de ella, siempre se hallaba mandándole indirectas para que le regalara aquel letrero.

- Viniste.

Dijo con voz suave, antes de que instantáneamente dos fuertes brazos la rodearan por su estrecha cintura, algo malo estaba ocurriendo, ella lo sabia. Sin poder contenerse ella se atrevió a preguntar.

- ¿Qué ocurre?
- Adiós pequeña.

Fue el susurro que por varios minutos hicieron eco en su mente. ¿El se iría? ¿a dónde?...

- ¿Por qué?

Murmuro con un sollozo ahogado, no entendía que ocurría, y quería entenderlo, pero lo que más quería es que el se quedara. O que todo esto fuera una broma pesada, pero el nunca jugaría con eso... Le conocía bastante bien para que el jugara con sus sentimientos de aquella forma. Al pestañear se dio cuenta de cómo las lagrimas ya habían empezado a surcar por sus mejillas, provenientes de sus vidriosos ojos verdes.

- No quiero dejarte.

"Entonces no lo hagas"

Grito una parte de su conciencia, pero no podía hacerle caso, no esta vez. El debía marcharse de su lado, pronto y lo más lejos que pudiese. Aunque eso le partiera el corazón a ambos, debía de hacerlo.

- Aun no respondes el porque. -Dijo con una voz firme, tratando de ocultar todo el dolor que la llenaba, cosa que no logro muy bien.-
- Debo viajar, y no volveré pequeña.
- Iré contigo.
- No puedes.
- Si, si puedo. -Insistió.-
- Pequeña por favor entiéndelo, no puedes.

Sentencio por ultima vez callándola por completo, pero aun así dejando a la chica con las lagrimas bañando su rostro, tanto como la duda y la desesperación reinando en su mirada. Lo suficiente para romperle el corazón
Antes de lo que ella hubiese podido notar los brazos ajenos ya no se encontraban rodeándola, y el, se encontraba bajando las escaleras en dirección a su auto.
Quería seguirlo.
No iba a permitir que eso se quedara así.
Siguiendo lo que le decía tanto su corazón como su mente, corrió en dirección al auto, pero el ya se encontraba dentro del automóvil.
Arrancándolo. Yéndose.
Gimiendo de dolor, callo de rodillas en el suelo, cubriendo su fino rostro con ambas manos, tratando de ahogar los sollozos que no dejaban de salir de sus labios.

"No pensé que fuera tan difícil"

Pensó mientras se detenía frente a un semáforo en rojo, cerrando sus puños con fuerza, apretó el manubrio logrando que sus nudillos se pusieran blancos.
Vagando su mirada desde el semáforo hasta el asiento del copiloto, frunciendo el ceño al ver aquel papel que había sentenciado su vida, tomándolo con su diestra, lo arrugo en su puño.
Dejando solo una pequeña frase a la vista.

"Cáncer al corazón"

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Chan. ~ Espero y les halla gustado, es bastante corto pero de todas formas, si lo desean puedo poner la segunda parte. n n

Bae bae. ~

Awww esa historia me da penita ;_;
por eso no a ley *-* xDD no s la ley una vez
hace mil esta nina pero pon la
segunda parte para que de menos penita...creo
ya no lo recuerdo

xD

XOXO

Simi

Me sorprendes. Me gusta como escribes y lo sabes.
Uuuuuy a mi tambien me da penita esta historia D:
Nose cual lei antes, si la primera parte o la segunda, pero me suena a historia conocida. Creo que ya me la habias mostrado.
Igual, aun así no deja de darme cosita
Saludos y Adios!

PD: Quiero ver mas historiaas !!